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Vocabulario diferencial del español rioplatense



El 2 de octubre de 2025 se presentó el libro «Dos Orillas: Vocabulario diferencial del español rioplatense (argentino-uruguayo/uruguayo-argentino)» de Magdalena Coll, prof. titular de nuestra facultad, y Gabriela Resnik. El evento se realizó en el marco de la 47ª Feria Internacional del Libro de Montevideo y contó con la presencia de Rosanna Peveroni.

La publicación consiste en un diccionario de contraste de la variedad del español de Uruguay y del español de Argentina.

Este libro intenta dar precisión a las diferencias en nuestra forma de hablar e ir un poco más allá de pavas y calderas, o diferencias similares. Es un libro que, con lenguaje claro, espontáneo y sin tecnicismos (pero respetando los postulados de la lexicografía moderna), busca brindar definiciones sencillas y sobre la base de ejemplos tomados de la cotidianidad y de las redes sociales ayudar a comprender mejor algunos aspectos del cambio léxico y la renovación del vocabulario en nuestra región.

Charla sobre becas a Francia



El Centro de Lenguas Extranjeras (CELEX) invita a la charla sobre oportunidades y becas para estudiar en Francia.
La instancia tendrá lugar el lunes 27 de octubre, a las 17.30 horas, en el salón Maggiolo de la FHCE.
También será posible la conexión virtual a través del siguiente enlace https://us06web.zoom.us/j/86352597650?pwd=KhReGG4KcgPpl3AKA9ri44xv7j3sYN.1

ID de reunión: 863 5259 7650
Código de acceso: 611365

1.era Edición



«Escuela de Verano GlobA.L.: Pensando la Historia Global desde América Latina», del 9 a 13 de febrero, en San Pablo (Brasil).

Historiadores de la Universidad de San Pablo (Brasil), la Universidad de la República (Uruguay) y la Universidad Nacional de Quilmes (Argentina) se complacen en anunciar el lanzamiento de «GlobA.L. Pensando la Historia Global desde América LatinaX», una Escuela de Verano itinerante que reúne a profesores y estudiantes de los países del Cono Sur para reflexionar sobre el continente desde una perspectiva atenta a los procesos y conexiones globales que han influido en su historia y su actual configuración.

La Escuela está dirigida a estudiantes de posgrado y recién graduados de maestrías y doctorados y se llevará a cabo del 9 al 13 de febrero de 2026 en el edificio del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de San Pablo (Brasil).

Toda la información sobre los temas que se abordarán en la Escuela, así como la organización y las modalidades de solicitud, está disponible en el sitio web del evento https://linktr.ee/historiaglobal.al

La fecha límite para la presentación de solicitudes es el 26 de octubre de 2025 y los resultados se anunciarán en noviembre de 2025.

Para cualquier consulta, escriba a historiaglobal.al@gmail.com

1.er Congreso Latinoamericano de Educadores Sordos



7 y 8 de noviembre del 2025, en el Salón de actos de la FHCE.

Como docentes sordos uruguayos pertenecientes a la comunidad académica universitaria, vemos la necesidad de establecer vínculos con docentes de dentro y fuera del país, con el fin de intercambiar experiencias y fortalecer la calidad educativa en todas las áreas vinculadas a la formación de las personas sordas.

Por este motivo, llevaremos adelante el «1.er Congreso Latinoamericano de Educadores Sordos», con el propósito de generar un encuentro enriquecedor, que permita construir vínculos sólidos y transformadores, proyectados hacia el futuro.

El objetivo es generar un espacio de encuentro para:
• Compartir experiencias en la enseñanza de la lengua de señas a estudiantes sordos.
• Intercambiar saberes y prácticas sobre la enseñanza de otras materias curriculares dirigidas a estudiantes sordos.
• Reconocer fortalezas y desafíos en los procesos de enseñanza-aprendizaje dentro de la educación sorda.
• Promover el intercambio intercultural, valorando la diversidad lingüística y cultural en la formación de las personas sordas.

Inscripciones hasta el 19 de octubre a travéz del siguiente formulario https://forms.gle/HU3Jq6ZQTU8FucRY6

«Ellas dicen» llega al teatro



La Comedia Nacional presentará «Atentado», una experiencia escénica a partir del libro «Ellas Dicen. Pensadoras feministas latinoamericanas», de autoría de investigadoras del CEIL.

Dirigida por Florencia Lindner, con creación y dramaturgia del elenco y equipo de Atentado, se estrena el 29 de octubre y va hasta el 29 de noviembre.

La obra está diseñada en dos partes: una primera con un recorrido por la ciudad y una segunda en la Sala Verdi.

Al momento de sacar la entrada, el público podrá elegir entre ocho recorridos, ocho experiencias diferentes que parten desde distintos puntos de la ciudad y confluyen en la Sala Verdi para la segunda parte, donde todos los recorridos se unen para dar cierre a la experiencia en un espacio común de encuentro y reflexión.
Hay recorridos en ómnibus, recorridos a pie y recorridos combinados. Al momento de seleccionar el recorrido, es importante que cada persona evalúe el nivel de exigencia para adecuarlo a sus posibilidades.

Sinopsis
Un elenco se encamina a un ensayo para poner en escena el libro Ellas Dicen. Pensadoras feministas latinoamericanas.
¿Cómo traducir este libro al teatro? ¿Qué es América Latina? ¿Es feminismo o son feminismos? Estas son algunas de las preguntas que surgen en el proceso.
En este recorrido, lo escénico se transforma en un territorio en movimiento, en hogar y en recreo, en un espacio latente donde las fronteras entre realidad y ficción se desdibujan.
El proceso de creación partió del círculo, el debate, la escucha y el afectarse mutuamente, en busca de una construcción comunitaria que sigue en transformación.

La información completa se encuentra disponible en https://comedianacional.montevideo.gub.uy/atentado

El desafío de enseñar antropología



Cada año, la asignatura Introducción a la Antropología recibe más de un centenar de estudiantes con perfiles diversos. Algunos son jóvenes que ingresan por primera vez a la universidad y se enfrentan al desafío de transitar una carrera de la que tienen un conocimiento parcial o impreciso, pero con la expectativa de construir un futuro laboral. También llegan personas adultas con otros recorridos de vida, que trabajan o son jubiladas y que encuentran en la formación académica una oportunidad de estudiar aquello que siempre les interesó. Con ese panorama variado comienza el desafío para los docentes y para el estudiantado. ¿Qué es la antropología? ¿Qué hace la antropología? Esa es nuestra intención y nuestro desafío: explicarlo, que lo entiendan y que salgan de la asignatura con una imagen general y abarcativa (pero desde luego incompleta) de una disciplina diversa desde su génesis.

En nuestra Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FHCE), la antropología (en minúscula, en cuanto disciplina) se concibe compuesta por tres ramas: antropología social, antropología biológica y arqueología. La Licenciatura en Antropología (con mayúscula, en cuanto carrera) se organiza de la misma forma, en esas tres trayectorias. Pero no siempre fue así. Quienes escribimos este texto nos formamos bajo el plan de estudios 1991, que proponía una trayectoria común prolongada y que recién en los últimos tres semestres habilitaba la especialización en dos opciones: Antropología Social y Arqueología. Durante los cinco semestres iniciales, todos cursábamos las mismas materias, por lo que un antropólogo social recién egresado había estudiado —tal vez muy a su pesar— lo mismo de prehistoria americana que un arqueólogo recién egresado. Si bien este hecho a veces podía ser vivido como que nos quitaba tiempo para estudiar «lo importante», nos brindaba una base para la interlocución entre especializaciones.

El plan de estudios 2014 introdujo cambios significativos, entre los que destacan dos. Por un lado, habilita opciones de egreso en las tres ramas de la antropología: social, biológica y arqueología. Esto no es un asunto menor: la unidad académica Instituto de Antropología forma no una, sino tres licenciaturas y es la única unidad académica de la FHCE con estas características. Por otro lado, el plan 2014 redujo radicalmente el trayecto común. Aunque el estudiantado debe cursar contenidos optativos de las tres ramas, la diversidad de opciones tiene por consecuencia que la base de contenidos compartidos sea menor y con ello, también, las posibilidades de entendernos entre nosotros. En este escenario es que la asignatura que dictamos, Introducción a la Antropología, se vuelve clave. Es por este motivo que, en esta columna, nos proponemos plantear cómo concebimos la antropología como campo práctico y como práctica docente. Proponemos una reflexión intradisciplina desde nuestras tres trayectorias: un antropólogo social (Juan), un bioantropólogo (Gonzalo) y una arqueóloga (Moira), a quienes nos tocó, pero también hoy elegimos, dictar juntos Introducción a la Antropología.

La antropología es el estudio de la variabilidad cultural humana actual, comprendida desde un abordaje reflexivo, comprensivo y crítico. La antropología es el estudio de las culturas del pasado a partir de sus restos materiales. La antropología es el estudio de la variabilidad biológica humana, entendida como una especie biocultural. Todas estas definiciones son válidas para la antropología, y ninguna de ellas la define en su totalidad. Pero esta diversidad se entiende como esencial para la comprensión de la disciplina, y procuramos que el estudiantado tenga una mirada panorámica de esta diversidad y entienda, además, que es parte de una sola disciplina o, mejor dicho, de una forma común de pensar el objeto de estudio a pesar de la diversidad metodológica de la cual se nutre la antropología. Esa base común está relacionada con la mirada o la preguntaantropológica, aquella que tiene como problema la relación entre mismidad y alteridad, entre la unidad de la especie y su diversidad. Es decir, lo que une a la antropología es su interrogante acerca del Otro/otro. Varias asignaturas del trayecto común reflejan esta diversidad en sus temarios, pero una característica que reivindicamos —como podemos— en Introducción a la Antropología es que la antropología es, créase o no, una sola. Y esto no es una tarea sencilla. Ese intríngulis entre unidad y diversidad que se refleja en el interior de la antropología es corolario de la multiplicidad del objeto empírico a partir del cual se construye. Una disciplina, por cierto, que tiene mucho de (in)disciplina, ya que, más que definirse por su objeto, se puede definir por su perspectiva, siempre crítica, en cuanto interpelante de las bases epistemológicas que la sustentan.

La estrategia elegida para llevar esta intención a buen puerto es un temario que implica un ir y venir entre unidad y diversidad. Luego de situar el surgimiento de las ciencias antropológicas como disciplinas científicas y académicas a fines del siglo XIX e inicios del siglo XX, introducimos al estudiantado en las especificidades metodológicas de cada subdisciplina. Estas especificidades metodológicas tienen sus raíces en trayectorias históricas que hacen que, en sus orígenes, las subdisciplinas de la antropología fueran disciplinas separadas, con escaso o nulo diálogo entre sí. La antropología social, nacida como un emprendimiento de gabinete basado en crónicas de viajeros, procuró organizar el conocimiento disponible sobre la variabilidad cultural humana con base en marcos teóricos diversos. La arqueología nace de los anticuarios, al intentar documentar la historia de las sociedades europeas más allá de lo disponible a través del registro escrito. Y la antropología biológica, que en sus inicios tomó para sí el nombre de la antropología a secas, tenía por finalidad organizar la variabilidad humana sobre una base taxonómica, usando las razas como categoría analítica rectora. Las tres disciplinas se proponen como subdisciplinas de la antropología en EE. UU. a principios del siglo XX, y ese esquema fue tomado por las antropologías latinoamericanas. En el curso de Introducción a la Antropología, cada uno de nosotros procura sintetizar esos orígenes, sus devenires y sus refinamientos metodológicos. De esa forma, el estudiantado tiene una primera mirada que luego complementará y enriquecerá en otras asignaturas.

Los restantes dos tercios del curso los dedicamos a presentar algunos ejes temáticos clásicos y de relevancia actual para la disciplina y para el conjunto de las humanidades y las ciencias. Para hacerlo, buscamos la mayor transversalidad posible entre las diferentes aproximaciones metodológicas. Ejemplo de estos temas clásicos y actuales son los conceptos de raza y racismo; el dualismo naturaleza/cultura; la amplitud de perspectivas que relacionan dimensiones del quehacer humano como la economía, la organización social y la política; la movilidad humana en todas sus dimensiones, y las relaciones entre la salud y la religión.

Cada uno de estos ejes implica profundas reconsideraciones de las visiones etnocéntricas del mundo, y allí radica, quizá, uno de los principales atractivos y relevancia de la antropología en su conjunto. Por ejemplo, la raza es un concepto ardientemente debatido después de la Segunda Guerra Mundial y se encuentra en un territorio fronterizo entre la antropología biológica y la antropología social. La antropología biológica, que empleó la raza como categoría analítica clave durante gran parte de su historia, optó por descartarla al carecer de sustento desde la genética de poblaciones. En consecuencia, el mensaje bioantropológico es que las razas no existen. Este hecho, sin embargo, no invalida su empleo en el estudio de fenómenos sociales como las identidades racializadas o el racismo, que poco son afectados por el hecho de que, casi por decreto, la biología (y por extensión la bioantropología) haya establecido su inexistencia. Este caso pone en diálogo a dos subdisciplinas que abordan el fenómeno de la raza de forma diferente, a pesar de ser enfoques de una misma disciplina. Una situación similar se constata con la tipología de formas de organización social que aparece en buena parte de los manuales de la materia, que ubica en las bandasde cazadores-recolectores la forma más elemental —y primitiva— de organización, y al Estado como la más compleja —y avanzada—, en un esquema explícitamente evolutivo. Esta tipología, que constituye una sobresimplificación de una realidad más compleja, ha sido abandonada por la antropología social, pero todavía se emplea en arqueología y en antropología biológica, ya que un cambio económico clave asociado a algunas de estas formas de organización —la domesticación de alimentos— tiene un impacto notable en las materialidades asociadas a las sociedades que lo adoptan. De esta forma, el estudiantado se encuentra ante el panorama a veces confuso, pero en definitiva enriquecedor, de tener que pensar conceptos que se dan por obvios en forma diversa y eventualmente contrapuesta, todo dentro de una misma disciplina.

Otro tanto se podría decir sobre la movilidad en un sentido amplio, es decir, desde un enfoque más centrado en la corporalidad y la ergonomía, hasta la movilidad humana histórica en términos de colonización del planeta por parte de nuestra especie. Pensar antropológicamente la movilidad humana implica no solo revisitar esquemas clasificatorios anticuados del tipo nomadismo/sedentarismo, sino también poner de relieve las implicancias de la movilidad contemporánea en el marco de las institucionalidades de los Estados nacionales. Por último, otro campo de estudios en los que se hace énfasis en el curso de Introducción a la Antropología está relacionado con las creencias y su intersección con la salud. Lejos de reforzar los dualismos cartesianos y modernos seculares que producen esferas divorciadas para los ámbitos de la materia y el espíritu, se presentan, desde una antropología médica y las ciencias sociales de la religión, las complejidades y desafíos propios de la intersección de estos campos. Como se puede ver, presentar la antropología en estos términos implica una invitación a repensar las bases epistemológicas y culturales a partir de las cuales se dan por universales ciertos mecanismos clasificatorios, de acción y de pensamiento que distan mucho de la universalidad. Introducir al estudiantado a una antropología en estos términos implica subrayar el carácter de la antropología como herramienta de crítica cultural.

Lejos de ser una (in)disciplina anclada solo en asuntos del pasado o de culturas exóticas, la antropología es una disciplina que mira hacia adelante. Es una disciplina que se presenta como herramienta de comprensión y traducción, como una propuesta de conversación a varias voces, conversación que tiene implícita la invitación a revisar las bases epistemológicas a partir de las cuales construimos el mundo. La antropología es productora de mundos posibles. Se presenta como una oportunidad de desarrollar un exhaustivo pensamiento crítico, empíricamente fundado, teóricamente ambicioso y profundamente comprometido con el pasado, el presente y, sobre todo, el futuro.

Un merecido reconocimiento en la FHCE



Tras la presentación del Plan Institucional (2024-2027) y el cierre de la celebración por sus 80 años, la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FHCE) realizó un reconocimiento a aquellos funcionarios y funcionarias con al menos 25 años de trayectoria.

En la mañana del día viernes 10 de octubre de 2025, en el Salón de Actos de la FHCE, se llevó a cabo una celebración de reconocimiento a funcionarios y funcionarias que han y continúan siendo parte de la institución, aportando desde diferentes lugares a su funcionamiento, la historia y a la construcción de futuros profesionales. 

Además del decano Pablo Martinis, que compartió una breve presentación del Plan Institucional, fueron parte de la mesa inicial la presidenta de la Asamblea del Claustro, Cecilia Garibaldi y el integrante del Consejo de la FHCE, Andrés Porcile. 

Desde las distintas intervenciones se coincidió en destacar que el Plan representa mucho más que un documento de gestión: es el resultado de un proceso colectivo que fortalece la identidad democrática y participativa de la facultad. Uniendo así a docentes, estudiantes, egresados y egresadas en una misma búsqueda.

Esa misma vocación colectiva que dio forma al Plan Institucional también se vio reflejada en el reconocimiento a funcionarios y funcionarias de la FHCE. Un gesto que puso en valor la trayectoria, el compromiso y el trabajo diario de quienes sostienen, desde hace años, la vida universitaria de esta casa. 

En palabras de Mercedes Couchet y como forma de hacer énfasis en el valor de el homenaje «todo esto nace (más allá de los 80 años) al reconocimiento, de dar a entender y que la gente sepa el rol fundamental de los funcionarios y funcionarias siendo parte de la universidad» como una parte fundamental en la construcción de la historia de la facultad y también «de poder reconocer a compañeros que ya no están, pero fueron una parte esencial en el desarrollo de las unidades».

Entre reencuentros, abrazos y risas, Couchet y Pablo Martinis recibieron a cada una y cada uno de los homenajeados e hicieron entrega de un presente junto a  un cálido saludo.

Durante el homenaje se proyectó un video con fotografías que repasaron distintos momentos y rostros del equipo administrativo y de servicio que finalizó con un fuerte aplauso, como forma de agradecer por su compromiso y dedicación a lo largo de los años. 

Durante la instancia se sucedieron los saludos como el que hizo llegar la Academia Nacional de Letras, con sus «más sinceras felicitaciones por estas ocho décadas de vida académica».

Para finalizar, el encuentro culminó con un brindis  y la infaltable torta en celebración de los 80 años de la facultad. En un ambiente distendido, entre charlas y risas, la jornada cerró al ritmo de La Ventolera, una orquesta marchante de candombe Uruguayo, que llenó el espacio de música, alegría y baile. 

Redacción: Thalía Ortiz (práctica preprofesional FIC).

Boletín HumanidadES, 10 de octubre de 2025



Lucía Sala



Lucía Sala era una mujer enérgica y menuda, firme en sus convicciones, de mirada penetrante detrás de sus lentes redondeados, amable y generosa con su conocimiento.

Nació en 1925, en el seno de una familia de migrantes españoles comprometidos con la militancia política sindical.1 Se casó con Luis Tourón, dirigente comunista, y tuvieron un hijo: Daniel.

Fue profesora de Historia y, en 1970, ingresó como docente en nuestra facultad. El historiador Alcides Beretta, que fue su alumno y luego colega, la recordaba con estas palabras:

En 1970 ingresó a la cátedra de Historia Americana en la Facultad de Humanidades. Ese año la conocí, en calidad de estudiante de la Licenciatura de Ciencias Históricas. La precedía un prestigio ganado por las publicaciones de varios libros aparecidos en los años previos y que formaron uno de los fondos más prestigiosos de la Editorial Pueblos Unidos (EPU), de orientación marxista. Desde entonces, muchos jóvenes asistimos, año a año, a sus clases, no solo por el conocimiento impartido —sustentado en la investigación—, sino por la agudeza de su análisis.2

Tuvo una trayectoria de investigación prolífica, tanto en Uruguay como en la Universidad Nacional Autónoma de México, país en el que vivió muchos años durante su exilio político, «su segunda patria intelectual y afectiva». Si bien «bebió de las fuentes del materialismo histórico»,3 sería limitante definirla como una historiadora marxista, puesto que siempre estaba dispuesta salirse de esquemas y «repensar el conocimiento ya “instalado” y lo que parecía cierto y evidente».4

Lucía Sala fue una referente en la búsqueda de comprender y explicar los grandes procesos sociales en Uruguay y en América Latina.

Daba mucha importancia a su trabajo docente. Parte de su compromiso político y académico se centró en formar estudiantes de diversas disciplinas en el conocimiento del continente y sus procesos. Fue una docente paciente y dedicada.

Una vez retornada del exilio, en 1985, tomó la dirección del recién creado Centro de Estudios Latinoamericanos (CEL), con el cometido de «coordinar proyectos de investigación de relevancia interdisciplinaria entre los departamentos de la facultad en las temáticas respectivas».5 En mayo de 1990, el CEL pasó a denominarse Centro de Estudios Interdisciplinarios Latinoamericanos, para aportar a la estructura académica de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación sustentada sobre institutos interdisciplinarios. Lucía Sala fue la directora del centro, que hoy lleva su nombre, hasta poco antes de su fallecimiento.

En sus últimos años como docente en la facultad, tenía el proyecto de narrar la convivencia en la Embajada de México, donde el entonces embajador Vicente Muñiz dio asilo a unas cuatrocientas personas cuyas vidas corrían peligro debido al golpe militar. Lucía fue una de esas personas, allí vivió con su hijo Daniel varios meses; su esposo estaba encarcelado. Sus padres, luego su hermana y más tarde su sobrina también fueron parte de ese exilio en la embajada. Ella recordaba esos meses de convivencia con tristeza, pero enfatizando la solidaridad.

Lucía falleció el 29 de setiembre de 2006. En la Junta Departamental de Montevideo, la edila Silvia Aguiar la recordaba con estas palabras:

Tuve la desgracia de ver sacarla de la Facultad de Humanidades por las fuerzas militares, y fue un ejemplo, porque, frente a esta arrogancia, ella contestó: «Deben tener la fuerza suficiente, alumnos, como para mantenerse, si no fuera como una llama, como la luz de un fósforo, pero mantenerse, porque esta negra noche va a terminar, estén seguros».

1 Rodríguez Ayçaguer, A. M. (s.f.). Lucía Sala (Montevideo, 1925-Montevideo, 2006). Historias Universitarias. https://historiasuniversitarias.edu.uy/wp-content/uploads/2022/03/Sala_Lucia.docx-1.pdf

2 Beretta Curi, A. (2006). Lucía Sala: cuando la historia es un compromiso con la vida. Revista Electrónica de Estudios Latinoamericanos, 5(17), 75-77; cita en página 75.

3 Maiztegui Casas, L. R. (2006, 7 de octubre). La savia de la tierra. El Observador. https://www.fhce.edu.uy/images/CEIL/historia/luciaobservador.pdf

4 Beretta Curi, op. cit., p. 75.

5 Maiztegui Casas, op. cit.

Presentación del Plan Institucional



La Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación presentará públicamente su plan institucional, resultado de un importante proceso participativo y producto final del trabajo de toda su comunidad.

Será el viernes 10 de octubre, a las 11.00 horas, en el Salón de Actos.

Este plan permitirá establecer prioridades para el período y adaptar el funcionamiento de toda la institución en función de estas. La definición de las prioridades institucionales involucró al conjunto de la comunidad de FHCE. Para ello, los órganos de cogobierno cumplieron un rol fundamental, pero también se desarrollaron diversas actividades que ampliaron la participación a todos los actores.

La construcción del Plan Institucional representó una excelente oportunidad para promover la discusión y reflexión colectiva en la Facultad, reconociendo así que el fortalecimiento de la democracia participativa en la Facultad constituye un objetivo en sí mismo, cuya concreción es condición necesaria para la construcción de un plan institucional que efectivamente incluya e identifique a todas y todos.

Durante la actividad contaremos con palabras del decano, Pablo Martinis, de la presidenta de la Asamblea del Claustro, Cecilia Garibaldi, y del integrante del Consejo de la FHCE, Andrés Porcile.

Estamos todas y todos invitados a participar y celebrar este acontecimiento.

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