La Licenciatura en Ciencias Históricas debe atender —de manera sostenida y mediante prácticas formativas que habiliten modalidades innovadoras— a dotar a sus egresados de una capacitación reconocible por su jerarquía académica. La creciente vocación interdisciplinaria de la historia permite auspiciar un adecuado relacionamiento del profesional en este campo con las preocupaciones teóricas, metodológicas y temáticas de las diferentes ciencias sociales y humanas, y —en consecuencia— una inserción diversificada (investigación, docencia, asesoramiento, promoción social, diseño de políticas culturales, etc.) en la sociedad, tendiente a transformar el papel del historiador.