¿Qué cambió en las políticas en educación física del nuevo gobierno?

Paola Dogliotti2
Silvina Páez

A partir de la inquietud de si hay señas de un nuevo proyecto conservador para la educación física en el actual período de gobierno, nos interesa reflexionar al respecto de una serie de retrocesos que observamos en recortes presupuestales, modos de toma de decisiones y circulación de la información, así como sobre ciertas tensiones entre lo público y lo privado, por ejemplo, preguntarnos si se debilita o no el carácter público de la educación para el área de la educación física. A su vez, caracterizamos algunos asuntos como marchas y contramarchas entre la «era progresista» y la actual administración, respecto a la estructura de los cargos de gestión y los nuevos proyectos impulsados en el área.

Para esto realizamos un relevamiento de los principales documentos elaborados en el período y entrevistamos, entre setiembre y noviembre de 2021, a seis informantes calificados de los tres subsistemas de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP): tres de Educación Primaria, dos de Secundaria y uno de Educación Técnico Profesional.

En el período comprendido entre 2005 y 2019, a cargo del gobierno del Frente Amplio, las principales políticas de Educación Física fueron: la universalización de la educación física en todas las escuelas públicas del país en el primer quinquenio (2005-2009); el pasaje del Instituto Superior de Educación Física (ISEF) a la Universidad de la República (Udelar) en enero de 2006, con la duplicación de su presupuesto a partir de 2015 y un vertiginoso crecimiento de su matrícula estudiantil; la unificación de un único plan de estudios en 2008 para todos los liceos públicos del país, con un aumento a todos ellos de tres horas semanales de educación física de cuarenta y cinco minutos de duración cada una. El diseño de dos nuevos programas con un altísimo impacto, la Formación Profesional Básica en Deporte y el Bachillerato Tecnológico opción Deporte y Recreación en el ámbito del entonces Consejo de Educación Técnico Profesional (CETP); y la creación de las estructuras de cargos medios de nivel inspectivo en Primaria y directivo en los tres subsistemas de la ANEP: Directores Coordinadores de Educación Física en el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), Profesores Articuladores Zonales (PAZ) en el Consejo de Educación Secundaria (CES) y Referentes Departamentales de Educación Física (RED) en el CETP-UTU.

Los principales «frenos» al «impulso» instaurado en la era progresista son una serie de recortes presupuestales. En enseñanza primaria, cincuenta y tres escuelas y jardines creados entre 2020 y 2021 sin profesor de educación física, desestimando la ley de obligatoriedad de la educación física. En enseñanza media, el recorte de horas referidas a horas deportivas y recreativas. Según uno de los entrevistados, en las elecciones de diciembre 2020 no se pusieron a disposición las trescientas catorce horas correspondientes a las horas deportivas recreativas de quinto y sexto año de Bachillerato. En enseñanza técnico profesional, hubo dos recortes importantes de horas, por un lado, se perdieron mil setecientas horas de profesor auxiliar que acompaña a los grupos en los bachilleratos en Deporte y Recreación y, por el otro, se quitaron trescientas cincuenta horas al desaparecer los cargos   RED que habían sido creados en la era progresista (2005-2019) pero no se habían llegado a efectivizar. Según el entrevistado, el RED «es clave, es el contacto con el territorio… Nosotros estamos perdiendo contacto con un montón de lugares en los cuales tenemos muchos cursos y propuestas y no tenemos a nadie que esté orientando esas cuestiones». Frente a esta situación los actores medios, el nivel inspectivo, tanto del campo de la educación física como a nivel general, disputan la relevancia de ese rol: «estamos reivindicando esa figura, estamos luchando por esa figura, hay un expediente que viene circulando desde marzo, todos los inspectores regionales, la mayoría han aprobado esta situación… Estamos hablando de 120 horas…Teníamos 6 RED de 16 horas y 14 de 12 horas». Como resultado, vemos que se desarma la estructura del área en los diferentes subsistemas. Otro ejemplo de ello es la no efectivización de cargos al detener llamados previstos en la estructura, por ejemplo para el caso de los Directores Coordinadores de Educación Física en primaria. 

A nivel de los actores, se muestran ambivalencias en las lógicas de izquierda y derecha al tiempo que constituyen un espacio de disputa política en la construcción de política educativa «desde abajo». Ejemplo de esto fue el enfoque privatizador en el gobierno de izquierda de los polideportivos liderados por la Secretaría Nacional del Deporte (SND) y la recuperación del lugar de lo público en los polideportivos por parte de los cargos medios de la ANEP en la Administración actual. En este caso, más allá de una agudización de la política educativa actual de privatización de la educación, los actores medios logran una defensa del proyecto de los polideportivos como espacio público que garantiza el derecho a la educación, priorizando su utilización por parte de los tres subsistemas de la ANEP, frente a una propuesta de gestión del gobierno anterior progresista en el marco de la SND que no atendía al usufructo de los polideportivos por parte de la educación pública. 

Afirmamos también que las vicisitudes de los actores, sus modos de relacionamiento y conflictos interpersonales trascienden muchas veces el proyecto político de derecha o izquierda, menoscabando los proyectos generales en detrimento de la mejoría del área.

A partir del señalamiento de límites difusos entre izquierda y derecha para el campo de la educación física, nos preguntamos: ¿qué significa pensar una educación física conservadora? Si bien podría afirmarse que es difícil ubicar un proyecto educativo conservador para el área, algunos eventos señalados se dirigen en este sentido. Nos referimos a recortar el gasto público y eliminar algunas funciones con énfasis en lo territorial, lo que propicia formas de privatización. Pero también a la centralidad otorgada a la gestión eficiente e inconsulta hacia los actores que trabajan cotidianamente en las instituciones. Se establece una forma de gobierno de la educación fuertemente centralizada en las autoridades políticas sin comunicación fluida hacia los cargos medios en algunos de los subsistemas. Ejemplo de ello lo constituye la denuncia de «falta de diálogo» señalada por los entrevistados en el marco de la actual Dirección General de Educación Inicial y Primaria (DGEIP): una «nueva manera de gobernar», en la que «no hay escucha», en la que la documentación manejada es escasa, «no hay información», «escribir poco y hablar mucho». A nivel de Educación Secundaria los entrevistados sostuvieron que de muchos cambios se enteraban por la prensa. Sumado a ello, se observa en los hechos la conformación en Primaria de un «“equipo técnico paralelo” a inspección técnica lo cual genera que todas las solicitudes y expedientes vayan y vengan demorando mucho las resoluciones. Esto enlentece mucho la gestión y genera mucha incertidumbre en todos los actores, principalmente en las escuelas». 

Por último, constatamos la centralidad de las habilidades socioemocionales para fundamentar la presencia de la educación física con un sentido fuertemente instrumental. En el primer tomo del Plan de desarrollo educativo (ANEP, 2020), específicamente en el Programa 603 de Primaria, encontramos una referencia en este sentido:

Se proyecta focalizar en la calidad de las prácticas de enseñanza potenciando el abordaje interdisciplinar y transdisciplinar, optimizando la articulación de saberes a través de la coordinación entre docentes de diversas áreas del conocimiento (Educación Artística, Educación Física, Segundas Lenguas). Asimismo, abordar el aprendizaje desde una concepción compleja e integral que involucre la corporeidad, la emotividad y la intelectualidad (2020, p. 158).

A su vez, en el documento de la propuesta de los Centros María Espínola (CEME) dentro de los aspectos centrales a los que apunta la propuesta pedagógica, la educación física es referida como «la recreación y el deporte» (ANEP-Codicen, 2020, p. 6) y  así se describe:

El deporte y la recreación como espacios de encuentro y desarrollo. En esta propuesta educativa ocuparán un lugar clave ya que son considerados instrumentos que posibilitan la interacción de aspectos sociales, emocionales y físicos del bienestar de los estudiantes y son incentivados con el fin de promover el mejoramiento de las capacidades físicas de los estudiantes, el manejo de sí mismo en su entorno y la práctica de valores tales como compañerismo, convivencia, disciplina, justicia, lealtad, respeto, responsabilidad, superación, trabajo en equipo y tolerancia, entre otros. El desarrollo de este componente estará a cargo de los docentes de Educación Física y Recreación y de los talleristas cuyas propuestas se asocien al desarrollo de programas deportivos (ANEP-Codicen, 2020, p. 23, cursivas en el original).

Por un lado, ubica al área como un instrumento, lo que se articula discursivamente con las bases tecnicistas y gerenciales generales de la propuesta; por otra parte, ese instrumento que es el deporte y la recreación está al servicio fundamentalmente de «aspectos sociales, emocionales y físicos». La centralidad de la cita en los aspectos morales e instrumentales va en la línea de la política del nuevo gobierno en términos del  desarrollo de capacidades emocionales, sobre todo en poblaciones focalizadas en los sectores de pobreza.

Encontramos una serie de marchas y contramarchas entre izquierda y derecha en las políticas del área con relación a las tensiones entre lo público y lo privado y los aspectos que la izquierda no logró consolidar. Esto se tornó un boomerang para los actores que venían sosteniendo el área en los tres subsistemas y fue terreno fértil para una serie de acciones de cariz conservador en el nuevo gobierno de la educación, interesado por el achicamiento del gasto público. En definitiva, afirmamos que esta serie de eventos descritos erosionan paulatinamente el carácter público de la educación.

REFERENCIAS

1 Esta columna es una síntesis del artículo “Impactos de la política educativa actual en el área de la Educación Física. Las vicisitudes de actores, instituciones y definiciones políticas en las marchas y contramarchas de procesos inconclusos”, que publicamos en Martinis, Pablo (2022) (comp.). “El proyecto educativo conservador”, Montevideo: Editorial Sujetos, producto del grupo de investigación Políticas Educativas, Cuerpo y Currículum (ISEF-Udelar) y la línea de investigación Políticas educativas, Cuerpo y Enseñanza (FHCE-Udelar). 

Doctora en Ciencias de la Educación por la Universidad Nacional de La Plata. Licenciada en Educación Física, en Ciencias de la Educación y Magister en Enseñanza Universitaria por la Universidad de la República (Udelar). Posgraduada en Curriculum y Prácticas Escolares en Contexto por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) Argentina. Profesora Adjunta bajo el Régimen de Dedicación Total Instituto Superior de Educación Física (ISEF) y Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FHCE) de la Udelar. Directora del grupo de investigación “Políticas Educativas, Cuerpo y Currículum” (ISEF y FHCE).

3 Magíster en Ciencias Humanas con opción en Teorías y Prácticas en Educación por Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República. Licenciada en Educación Física por la Universidad de la República. Asistente del Departamento de Educación Física y Prácticas Corporales del Instituto Superior de Educación Física de la Udelar. Integrante del grupo de investigación “Políticas Educativas, Cuerpo y Currículum” (ISEF) y del Grupo de Estudios en Políticas y Prácticas en Educación (FHCE).

 
BIBLIOGRAFÍA
ANEP (2020). Proyecto de Presupuesto y Plan de Desarrollo Educativo.
Tomo 1. Montevideo: ANEP.
ANEP-CODICEN (2020). Centros Educativos “María Espínola”. Montevideo: ANEP.

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